Les propongo hoy de empezar una seria sobre nuestro viaje a Costa Rica y Nicaragua en noviembre de 2018, viaje en pareja para Claudia y yo para celebrar nuestros 10 años de matrimonio! También fue nuestro primer viaje sin los niños desde que nacieron… Gracias a la abuela mexicana y a la prima de Mazatlán por cuidar nuestros monstruos hijos por esta semana!
Nosotros por mientras nos pusimos verde, el color principal de estos países tropicales iguales de húmedos que Juárez es seco. Pero este verde omnipresente también esconde todo un arco iris de colores muy bonitas y a veces inesperadas.
El Costa Rica es un país pequeño (del tamaño del estado de Guerrero) pero maravilloso y presentando una biodiversidad excepcional. El país es famoso por ser un campeón de la conservación de la naturaleza (25% de su superficie está en zonas naturales protegidas). Esto permitió (o será al revés?) desarrollar un concepto de ecoturismo muy de moda. Otro dato interesante sobre el Costa Rica: es uno de los pocos países en el mundo que no tiene ejercito desde más de 50 años…
Pero hablo mucho, vamos al punto: dejamos rápidamente la capital San José para dirigirnos hacia nuestro primer destino: La Fortuna y el parque nacional del volcán Arenal. Cuidado! Tengo suficientes fotos para escribir 10 entradas de blog 🙂 Fue simplemente mágico, todo fue perfecto! Sólo duró 2 días, pero lo recomiendo a toda persona visitando el país. Nos podríamos haber quedado toda la semana sin aburrirnos. La desventaja es que como es un destino turístico famoso, es un poco caro. De hecho, es una observación general sobre el Costa Rica (pero bueno, quieren ecoturismo o no? 🙂 )
La primera noche, había reservado una caminada nocturna en la selva tropical. El objetivo principal era de observar ranas, animal simbólico para el Costa Rica, pero encontramos muchos más animales. Este día olvidé la cámara en el hotel así que todas las fotos las tomamos con nuestros iPhone (gracias el guía, maestro de la fotografía con celular). Ahora sí, dejo de platicar: las fotos!
Imagínense caminando en la casi oscuridad de una selva tropical. De repente, el guía se detiene, se acerca del borde del camino con su lámpara y les hace señas de acercarse. A veces, varios minutos son necesarios para encontrar el animal. Cómo lo pudo haber visto en la oscuridad? Pero cuando por fin descubren de que se trata…
Las ranas no se asustan y es posible acercarse para tomar fotos. Esto se debe a que están convencidas de que no las vemos gracias a su súper camuflaje. Y de hecho a veces se batalla bastante…
A veces la dificultad viene del alumbramiento, pero también puede llevar a resultados interesantes…
Más vivos los colores, más venenosa la rana:
La variedad no viene solamente de los colores, sino también del tamaño:
Y finalmente la estrella de la noche, símbolo omnipresente de Costa Rica: la rana verde de ojos rojos!
Pero no sólo encontramos ranas en este bosque:
Tal vez lo que más me asustó: hormigas del tamaño de un dedo humano! Difícil de tomar en foto por el constante movimiento, la oscuridad… y las pocas ganas de acercarse!
Y al final también nos visita una serpiente (muy venenosa):
Leyeron hasta aquí! Gracias! Ya casi terminé… Pero también les tenía que mostrar unas flores, aún más misteriosas que el alumbramiento poco habitual (para nosotros humanos):
Esta fue la primera noche. Empezaba bien!